
Imitándome como cuando sobre ti Mi desnudez te alcanza Y te doblega y te concede, Y me retuerzo como eses de una sierpe, Rodeándome a mí misma, Deseándote, transformándote Incesante en ese aroma Que ahora respiro Y que me inunda Y te transforma en mi interior, Tomando mi propia forma, Mi propia ansia, Tu nueva compartida propia patria, Y te deseo como nunca jamás Hubiese podido
desearte Aún teniéndote. Y mi lengua recorre entonces Las sábanas, dibujando así Sobre la memoria de tu cuerpo El presente de tu ausencia. Y sí, en ese entonces, No lo niego, El arquearse de mi espalda Resulta definitivamente Lo mejor de mi argumento... Previo siempre a tu regreso A mí y tus

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